viernes, 28 de febrero de 2014

Drakkar

Un drakkar o långskip es una embarcación de casco trincado que data del período comprendido entre los años 700 y 1000. Fue utilizada por los escandinavos, sajones y vikingos en sus incursiones guerreras tanto costeras como del interior. Fueron el mayor exponente del poderío militar de los escandinavos, que los consideraban como su más valiosa reliquia. En las Islas Lofoten (Noruega), algunos barcos de pesca aún siguen fabricándose siguiendo las mismas técnicas.
Las mejores pistas sobre las técnicas de construcción de los drakkars provienen de los barcos fúnebres. En la sociedad vikinga era común que los reyes fuesen incinerados junto con su drakkar y sus más valiosas posesiones. El barco funerario de Oseberg en Noruega y el drakkar anglosajón de Sutton Hoo en Inglaterra son buenos ejemplos. Los drakars eran extraordinariamente estrechos en relación a su longitud, sobre todo si los comparamos con los estándares actuales. El mayor drakkar descubierto (en el puerto de Roskilde) tiene 35 m de eslora, y el encontrado en el puerto de Hedeby tiene la mayor relación longitud/anchura: 11,4 a 1. Sin embargo, embarcaciones más recientes, optimizadas para la navegación, tenían ratios más bajos, a menudo de 1 a 7 o incluso de 1 a 5. En contraste, los barcos escandinavos dedicados al comercio, llamados knarrs, tenían mayor calado y eran más anchos para acomodar la carga; para navegar dependían mucho más de las velas. Es posible establecer una relación similar entre las galeras mediterráneas y los barcos mercantes, más redondeados. Más tarde se empezaron a utilizar velas rectangulares hechas de lana y reforzadas con cuero. Los drakkars eran muy rápidos y veloces, alcanzando velocidades de 14 nudos. Eran naves con una excelente navegabilidad, pero, al ser esencialmente embarcaciones abiertas, no eran muy habitables. Sin embargo, esto no impidió a los primeros exploradores escandinavos descubrir y asentarse en Islandia, Groenlandia e incluso llegar hasta Terranova (Vinland).

Viking ships were marine vessels of particular designs used and built by the Vikings during the Viking Age. The boat-types were quite varied, depending on what the ship was intended for, but they were generally characterized as being slender and flexible boats, with symmetrical ends with true keel. They were clinker built, which is the overlapping of planks riveted together. Some might have had a dragon's head or other circular object protruding from the bow and stern, for design, although this is only inferred from historical sources. They ranged in the Baltic Sea and far from the Scandinavian homelands, to Iceland, the Faroe Islands, Greenland, Newfoundland, the Mediterranean, the Black Sea and Africa.
Viking ships varied from others of the period, being generally more seaworthy and lighter. This was achieved through use of clinker (lapstrake) construction. The planks from which Viking vessels were constructed were rived (split) from large, old-growth trees—especially oaks. A ship's hull could be as thin as one inch (2.5 cm), as a split plank is stronger than a sawed plank found in later craft. Working up from a stout oaken keel, the shipwrights would rivet the planks together using wrought iron rivets and roves. Ribs maintained the shape of the hull sides, but were not intended to provide strength to the hull. Each tier of planks overlapped the one below, and waterproof caulking was used between planks to create a strong but supple hull. Remarkably large vessels could be constructed using traditional clinker construction. Dragon-ships carrying 100 warriors were not uncommon. Furthermore, during the early Viking Age, oar ports replaced rowlocks, allowing oars to be stored while the ship was at sail and to provide better angles for rowing. The largest ships of the era could travel five to six knots using oar power and a hasty ten knots under sail.

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